Oriente y Occidente. Nos gustan las casillas. Sin embargo, bien podemos decir que las carabelas colombinas llegaron a las Bahamas del oriente, aunque se encaminaban al oriente. Pessoa buscaba un oriente al oriente del oriente. Resulta que la tierra es redonda, por más vueltas que le demos. Blas de Otero, cuando estuvo en China, dijo, he venido a orientarme. Orientémonos.

Como dice Said en su libro Orientalism, la imagen que del Oriente “se hace” Occidente es una construcción occidental que ha servido para reforzar su propio autoconcepto, para estigmatizar al otro y sentirse superior a él y por ello con derecho a explotarlo. El único orden posible en lo no comprensible es el de los parámetros occidentales, fuera de ellos todo es oscuridad y confusión.

Y sin embargo, qué fácil es siempre desmontar el maniqueísmo. Resulta que los pueblos indoeuropeos, cuya lengua es la fuente de la práctica totalidad de las lenguas de Europa, salvo el euskera y alguna otra, vinieron del Oriente. Y América, ¿debemos llamarla extremo occidente o será el oriente al oriente del oriente de Pessoa? En Chiloé, una isla del sur de Chile despegada del continente sólo por un canal, las anclas tradicionales son idénticas a las anclas polinesias. Y no debemos olvidar que el poblamiento de América, el ultimo continente en poblarse, llegó a través del estrecho de Bering, por lo que no ha de extrañarnos encontrar parecidos a los orientales y a los indígenas americanos. Por más vueltas que le demos, la tierra es redonda.