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Sabes que sigo oyendo aquel sonido
del nuevo amor? El corazón aún suena,
late en su intensidad el primer día
sin fin, aquel hilo de luz o de agua
que sin cesar renueva la mirada
como arado la tierra de labor;
y qué aire es este en que vivimos, qué
prodigio nos mantiene entretenidos?
Sin duda, bajo la mirada canta
un río rojo, un ave inaccesible
que guía a las estrellas a su cuna.
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